Una reciente sentencia del Tribunal Supremo establece que los negocios y autónomos con asalariados deberán permitir a éstos defenderse antes de comunicarles un despido disciplinario. Incluso, cuando las pruebas sean evidentes y sean motivo suficiente para rescindir sus contratos.

Los negocios y autónomos con asalariados que deban despedir por motivos disciplinarios deberán convocar con éstos una audiencia previa en la que les permitan defenderse de las faltas graves o muy graves que hayan cometido. Así lo ha establecido el Tribunal Supremo, en una reciente sentencia (18 de noviembre de 2024).

Esta audiencia previa es una condición indispensable para que los negocios puedan despedir a un empleado por motivos disciplinarios. Incluso, cuando existan pruebas suficientes para acreditar la gravedad de su falta y la defensa por parte del asalariado no sirva para evitar la rescisión de su contrato.

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